Si eres de los que piensan que adelgazar es tan sencillo como gastar más calorías de las que se consumen, estas cayendo en un mito muy extendido dentro de la población.
En un determinado contexto esto podría ser una
estrategia útil para adelgazar. Si estamos encerrados en una sala en la que no
nos influye nada, pues la teoría es sencilla, puede que ingieras menos
calorías de las que gastes, tengas un balance energético negativo y
adelgaces. Pero la realidad difiere de esta situación ideal en la que no
existen condicionantes. Por tanto, ¿Debemos de considerar las calorías que
consumimos? Sí. ¿Debemos de contarlas? No a largo plazo, y os digo por qué.
Como ya he dicho, este balance energético de un
individuo depende de múltiples variables, que son difíciles de
precisar:
- La cantidad
de nutrientes y energía que tiene un alimento: Es estimada a través
del análisis de un alimento "ejemplo", por lo que el alimento
que tú consumes puede que no tenga las mismas calorías ni nutrientes que
ese alimento tomado como ejemplo para la medición. Por ejemplo, los huevos
de una gallina campera no van a tener los mismos nutrientes que los huevos
de una gallina criada en una jaula.
- El aprovechamiento
que hace nuestro cuerpo de estos nutrientes: Puede que una
persona ingiera la misma cantidad de nutrientes que otra persona pero que
tenga una absorción o utilización menor. Por ejemplo, una persona que
tiene Diabetes, no va a poder utilizar como energía toda la glucosa que
absorbe.
- Nuestra
propia respuesta fisiológica a un alimento. Siguiendo
con el ejemplo anterior, una persona que ingiere un alimento con mucho
azúcar no va a tener la misma respuesta fisiológica que una persona que
tiene Diabetes. Esta glucosa no se va a utilizar y va a circular por la
sangre en cantidad desproporcionada dañando diferentes tejidos.
- La
cantidad de energía que gastamos con las actividades que
realizamos a diario.
Ahora, con esto, ya podemos pensar que no
tiene sentido estar contando calorías durante toda la vida, porque no
sabemos exactamente las calorías que se consumen, que se aprovechan y que se
gastan. Cada persona es diferente y se tienen que tener en cuenta sus
propios condicionantes: ambientales (anuncios de
televisión, disponibilidad de alimentos saludables...), psicológicos (ansiedad,
motivación...) e individuales (aprovechamiento, respuesta
fisiológica, etapa de la vida...).
Para adelgazar no sólo necesitamos el apoyo
de un Dietista-Nutricionista, que nos indique el mejor camino a
seguir para conseguir este objetivo considerando nuestros requerimientos y
nuestros condicionantes, sino que en muchos casos necesitamos un abordaje
multidisciplinar junto con otros profesionales (psicólogos,
médicos...).
¿Crees que nuestro Sistema de Salud está teniendo todo esto en cuenta? Os
leo en comentarios 👇
me parece un tema muy interesante, y una explicación sencilla y fácil de seguir. he aprendido cosas que no sabía, gracias Noelia.
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EliminarHola Ángel!! Muchas gracias por comentar. Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo 🤗