En la tercera clase de innovación docente trabajamos el aprendizaje activo. Existen diversas formas de innovar en metodologías de enseñanza y aprendizaje, una de estas metodologías innovadoras es la Metodología activa, que incluye el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), el Aprendizaje Cooperativo y la Gamificación.
La metodologías activas se centran en la experiencia del alumnado, facilitando la comprensión de un determinado material que se utilice en la clase. Con ellas el alumno no se limita a contestar una respuesta del docente, sino que se involucrará en la realización de una actividad con la adquirirá un aprendizaje. Este tipo de metodologías permiten aplicar el "APRENDER HACIENDO".
Por otra parte, el docente se encargará de crear un ambiente didáctico, que despierte el interés del alumnado y promueva su participación activa en el proceso de aprendizaje. El docente ocupa el rol de guía, un motivador. Para ello podrá utilizar tecnologías de la información y la comunicación (TIC), juegos, salidas al entorno, invitación a expertos, etc.
En el post anterior escribí sobre la importancia de conocer el punto de partida del docente para poder innovar de una manera coherente, pero ¿conocemos los futuros profesores nuestro punto de partida?, ¿cómo imaginamos nuestra futura conducta como profesores?¿tiene coherencia nuestro pensamiento con nuestro punto de partida?
Nuestra profesora de Innovación Docente, María Antonia, nos propuso realizar en clase una actividad grupal sobre una tarea que habíamos realizado previamente de forma individual.
Todos los alumnos del Máster en Profesorado, contestamos de forma individual a la siguiente pregunta:
¿Cómo me veo/siento frente a una clase? Imagínate a una clase de secundaria - el nivel que tú quieras (ESO, FP básico, Grado medio FP, Grado superior FP, Bachillerato). Describe cómo te ves mediante una metáfora, una frase hecha, o mejor aún, haz un dibujo.
María Antonia, recogió todas las metáforas individuales de forma anónima en una plantilla, formó los grupos y nos animó a clasificar las metáforas según el modelo de enseñanza que nos parecía que utilizaban o querían utilizar los docentes que las habían formulado: conductista, constructivista, aprendizaje social o autorreferencial.
La reflexión grupal sobre las metáforas nos permitió organizar conceptos sobre los métodos de enseñanza, los roles, los tipos de conocimientos y conocer nuestros referentes implícitos.
El aprendizaje que se llevó a cabo en esta clase fue un aprendizaje activo, ya que nos involucramos de forma activa en nuestro propio aprendizaje, de una forma cooperativa y con ayuda de las TIC.
Este aprendizaje nos hizo desarrollar nuestra empatía ya que cada vez que clasificábamos una metáfora nos intentábamos poner el lugar del compañero, para intentar dilucidar lo que pensaba en ese momento y lo que quería transmitir, y también nos permitió trabajar en nuestra propia autopercepción reflexionando sobre el tipo de metodología queremos aplicar cuando seamos docentes. Incluso a algunos compañeros les llevó a reformular su metáfora.
En esta sesión pude comprobar en primera persona las ventajas de las metodologías activas en el aprendizaje, por lo que recomiendo su uso como forma de innovación dentro del aula.
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